La piel con tendencia al acné es una patología cutánea común que se manifiesta en forma de granos, puntos negros y manchas blancas o rojas con distintos grados de gravedad.
En los casos de aquellos que padecen acné leve, aunque no se requiere una medicación para tratarlo, la aparición de acné supone una incomodidad y malestar. Algunos tratamientos contra el acné son eficaces pero pueden ser demasiado agresivos o irritantes para la piel, mientras que otros son muy bien tolerados pero poco eficaces.
Para ser tratada de forma adecuada y duradera, la piel propensa al acné necesita una solución que garantice una alta eficacia para ver rápidamente los resultados y una alta tolerancia para asegurar su aplicación diaria y evitar la irritación.
Resultados demostrados mediante estudios clínicos
Resultados demostrados mediante estudios clínicos