Nada de limpieza intensiva, frotar, irritar, sumergirse en agua o transpirar… La piel atópica presenta deficiencias en su función barrera, ya que es más permeable que otros tipos de piel, como la de la piel normal, y permite que penetren los alérgenos medioambientales. Cualquier cosa que pueda alterar la función protectora de la piel puede desencadenar un brote de eczema: una limpieza a fondo, sumergirse en el agua o los baños prolongados.
1/ Para la piel y el cuero cabelludo, utiliza un limpiador hidratante sin jabón o un aceite limpiador profundamente hidratante que respete el pH fisiológico de 5.5 natural de la piel. El agua no debe superar los 34°C.
2/ Seca la piel con delicadeza, dando golpecitos en lugar de frotarla y utilizando una toalla limpia y suave de algodón que no irrite la piel.
3/ Limpia el sudor lo más rápido que puedas. Es irritante para el pH, lo cual empeora en un 100% de los casos.
4/ Aplica sistemáticamente un emoliente (por ejemplo, una crema hidratante) por la mañana y por la noche en toda la cara y el cuerpo. Sé generoso con la cantidad de crema que utilizas y conviértelo un momento de ternura y juego con tu hijo